jueves, 2 de abril de 2015

Variedades de lo cómico

El humor.

Es un poco la intrusión de lo maravilloso en el razonamiento en el mecanismo normal de la vida humana teniendo que ver con un profundo sostenimiento con un dolor con la seriedad pero resultan insatisfactorias.

El humorista se mueve entre la risa y el llanto, sin llegar a uno u otro extremo. Cuando salta estos límites ya está en otro dominio. Si hace llorar, está fuera de lo cómico; si hace reír, fuera del humorismo. Y, sin embargo, cuando el humor responde a una situación conflictiva, deja atrás la ternura y se vuelve áspero, sarcástico, la sonrisa se apaga, y el humor se instala a las puertas mismas de la sátira.

Como en lo cómico en general, hay en él una desvalorización de lo real y es, por tanto, una forma crítica. Pero, el modo como es tratado el objeto, la actitud del humorista hacia él, y el efecto logrado, ofrecen ciertas peculiaridades que hay que tomar en cuenta para distinguir esta variedad de lo cómico. El objeto, ciertamente, ha sido desvalorizado; su inconsistencia interna ha sido puesta de relieve.  El humorista ataca a su objeto, lo crítica, pero no lo niega en su totalidad.

El humorista nos invita en cierto modo a desdoblarnos: desvalorizar y valorar, a criticar y tolerar, a distanciarse y compadecer. Por esa razón el humorista no nos propone que el objeto quede desnudo ante nosotros, en toda su nulidad. 


La sátira.
Es uno de los géneros de lo cómico donde se busca hacer una crítica principalmente a un problema social como la política, los problemas de la sociedad el burocratismo, la opresión etc.

Y hacer entender a la sociedad a través de sensaciones de humor y risa sus problemas con una risa de indignación no de ternura,  e incluso el abuso de los gobernantes o el  de la misma sociedad  nos pasa por enfrente y no lo vemos.


La ironía.

En cambio la ironía no busca ser tan directa para enfocar su crítica revela la inconsistencia de un fenómeno, mientras más oculta suele ser más sutil , a veces esta no causa tanta risa y no es demoledora como la sátira pero a veces suele ser muy dura. “El  que ironiza dice menos de lo que piensa.” 


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