jueves, 2 de abril de 2015

Cómico como fenómeno social.

Lo cómico es un fenómeno social porque  emite la desvalorización de lo real o lo predominante y en la  sociedad   se observa desde determinadas  perspectivas  y el criterio valorativo de lo cómico dependerá  de la ideología con que se juzgue este fenómeno.

La comicidad es más propia de las clases sociales bajas y esto hace que llegue a convertirse en un patrimonio de la cultura popular. El poder de lo cómico esta sobre todo en  las calles y plazas de los pueblos, en el lenguaje coloquial y en las fiestas como reflejo de ello en su literatura.  

Los grandes satíricos o  humoristas (Cervantes, Quevedo,  Rebeláis, Voltaire, Daumier, posada, Bernard Shaw, Mariano José de Larra Orozco, Chaplin, etc.) han estado más cerca de esta cultura “de abajo” popular o de protesta que de la cultura de arriba.

Lo cómico como crítica social.

Reír es ya una forma de libertad reírse de lo solemne,   lo formal, la pretensión irreal de presentar como valiosa una realidad que no lo es resulta frente a ella un acto de libertad. Los grandes artífices de la comicidad los inventores y creadores de la literatura han sido grandes demoledores de los valores e ideas de un orden vigente autoritario. La comicidad y la risa que suscrita como acto de libertad,  son incompatibles con el dogmatismo, el fanatismo y el autoritarismo.


Se podría afirmar que la importante función social de lo cómico es ser utilizado como arma critica, tanto en la vida real como en el arte y la literatura   

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